La existencia de denuncia falsa de violencia de género surge del uso torticero por quien no ha sufrido maltrato de la protección ofrecida por la ley a las víctimas. Aunque el nombre de la Ley indica que la ley trata de la “violencia de género”, se centra fundamentalmente en la violencia sobre la mujer, sin hacer mención alguna a la violencia que pudiera existir en la pareja sobre el hombre.
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Aprovechando el tratamiento favorable que ofrece la protección a las víctimas de la violencia de género, hay mujeres que con la intención de divorciarse, inventan unos malos tratos inexistentes para conseguir en 24 horas lo que podía tardar meses en llegar, y en un plano de igualdad.
Lejos de favorecer la igualdad, estas conductas atentan contra los valores protegidos por la legislación de protección de las victimas de violencia y generan una gran indefensión a los hombres acusados injustamente.
¿Dónde queda el principio de igualdad cuando un hombre que sufre malos tratos no puede asistir a la Justicia solicitando la misma celeridad que si la denunciante es su mujer?
Denuncia Falsa
Procedimiento muy complicado, ya que no se trata simplemente de acreditar la inocencia de un hombre denunciado, sino que hay que acreditar fehacientemente que la denuncia era una denuncia falsa.
Además, la experiencia me indica que el hombre, en la gran mayoría de las ocasiones, tras pasar por el trance de la detención y la imputación, simplemente desea volver a una vida normal, enterrando todo lo relacionado con el procedimiento.
Sin embargo, poco a poco, van surgiendo jueces valientes que deciden “deducir testimonio” por la comisión de un presunto delito de denuncia falsa. Eso quiere decir que no tiene por qué ser el hombre el encargado de impulsar el procedimiento, sino que el Juez, de oficio, de apreciar indicios de falsedad, es el que lo hace.